viernes, 6 de mayo de 2016

SALIDA DEL C. D. AGUACERO A LA MONTAÑA ALICANTINA

El pasado fin de semana tuvo lugar la esperada visita a la poco conocida montaña alicantina.
Días antes las diferentes naves fueron configurando la tripulación que compondría cada una de ellas.

Llegado el día viernes, parten de diferentes puertos las naves rumbo al mediterráneo pueblo de Confrides si bien poco después, una de ellas hace aguas. Prontos acuden al rescate naves cercanas instalando a los náufragos en camarotes libres.

El viaje sin novedad lleva a los aguerridos marinos a buen puerto donde les espera una más que opípara cena.

Sábado y buen tiempo. Hoy toca recorrer la cercana sierra de Aitana hasta hollar la más alta cumbre alicantina, el pico Aitana con sus 1.558 m.s.n.m.

El nutrido grupo compuesto por 20 marineros asciende en estirada hilera hasta alcanzar la referida cumbre llena de antenas y aparatos demoníacos donde reponen fuerzas con viandas populares. A la bajada, el Castillo de Confrides despierta el interés del grupo y, cómo no, lo visitan.




La fecha, 23 de abril, día en que se conmemoraba el 495 aniversario de la derrota Comunera en Villalar, invitaba incluso a cánticos castellanos.




A la bajada, bastante escalonada, por cierto, se preparó una improvisada merienda degustando más manjares populares y bien regada con cerveza. Tras ella, una visita al cercano y peculiar pueblo de Guadalest con su castillo y sus más que extraños museos entre los que destaca el único Museo de Saleros y Pimenteros.

Una no menos generosa cena espera a los montañeros de la que dan buena cuenta entre comentarios agradables acerca de la intensa jornada vivida.

El domingo amanece aún más soleado si cabe. El destino será la sierra de Bernia a la que deberán acercarse en coche. Tras ascender un intransitable puerto descubren que ese no es el lugar de partida y deshacen el camino. Aquí el grupo se separa optando algunos por un relajante paseo por la playa de Calpe a la sombra del imponente Peñón de Ifach mientras otros siguen adelante con el plan inicial de recorrer la alpina sierra de Bernia.




El grupo vuelve a unirse en un cercano lugar de comidas donde dan buena cuenta de paella y carne asada.

No, no me he olvidado de nuestro Capitán. Gracias José Carlos por comandar magistralmente a esta cuadrilla de indómitos marineros.

¿El adjetivo? Inolvidable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario